Mostrando entradas con la etiqueta Curiosidades. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Curiosidades. Mostrar todas las entradas

domingo, 3 de mayo de 2015

Dos y tres de mayo

En estos días no solo se celebra la fiesta del trabajo sino que para nosotros, en España, se recuerdan otros hechos, hechos de armas. Hace más de 200 años la población de Madrid, villa y corte, atacó a los supuestos aliados franceses para defender a su rey, su religión y sus derechos.

La Carga de los mamelucos (Goya; Museo Nacional del Prado)

Para recordarlo disponemos del lujo de disfrutar de dos obras maestras de la pintura ejecutadas por la mano de un sordo genial: Francisco de Goya. Estas obras recogen la lucha contra las tropas del "aliado" francés y la venganza de este contra la población civil de la capital. Y junto a muchos grabados del autor nos encontramos con la crudeza de la guerra, lejos de los entorchados uniformes y los grandilocuentes gestos de los generales. Será una guerra que en Las Merindades tendrá un héroe señalado: Francisco de Longa.

Pintados a partir de 1814, ambos lienzos padecieron los dolores de la última guerra civil al formar parte del contingente de obras sacadas de Madrid por el Gobierno de la Segunda República para protegerlas de la aviación franquista. Viajaron a Valencia, nueva sede del Gobierno, un centenar de las más célebres joyas del museo.

Situación previa a la restauración

Estas dos obras de Goya sufrieron graves daños durante el recorrido en camión desde Valencia a Barcelona, en marzo de 1938, siguiendo la estela del Gobierno republicano. Procedían del Colegio del Patriarca y de la Torre de Serranos de la capital valenciana, donde el pintor comunista Josep Renau, director general de Bellas Artes, los había escondido.

Al cruzar por el centro de Benicarló cayó una balconada sobre el camión que trasladaba ambos cuadros. La más dañada fue "La carga de los mamelucos". Los cuadros fueron tratados en el castillo gerundense de Peralada por el restaurador Manuel de Arpe y el forrador Tomás Pérez. Entre el 4 y el 9 de febrero de 1939, Arpe barnizó y recubrió con tintas naturales los surcos que sesgaban hasta tres metros la base del cuadro, y dos rectángulos de los laterales de "Los fusilamientos del tres de mayo".

Con relación a "La carga de los mamelucos", Arpe y Pérez entelaron de nuevo el lienzo, que se hallaba fragmentado en 18 piezas a consecuencia del episodio sufrido. Los desgarros en el lienzo eran tan graves que el restaurador optó por dejar dos superficies cegadas con el color arcilla que compone la base cromática que aplicó Goya al pintarlo.

Hasta marzo de 2007, el cuadro se contemplaba con ambos huecos pero actualmente se han recuperado las figuras perdidas y la composición original de la escena. Se suprimen así los efectos de la cruel guerra fratricida de 1936 a 1939.

Dada la común controversia sobre restaurar o no y hasta qué punto se optó por usar elementos reversibles y estables. Significa que las figuras reintegradas son identificables y cambiables, como lo fueron las actuaciones de Arpe sobre estos lienzos.

"Los Fusilamientos del tres de Mayo". Goya. Museo Nacional del Prado.

Como curiosidad indicaremos que don Juan Manuel Sánchez Ríos, catedrático de Escultura, de 63 años y durante años responsable de la Asociación Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos - organización liberal que tiene a su cargo desde 1839 la custodia del cementerio de La Moncloa donde reposan los fusilados del 3 de mayo- estableció la identidad del patriota que, con los brazos extendidos y la camisa iluminada por un fanal de luz situado a los pies del piquete de ejecución, recibe a gritos sobre el pecho el destello de la muerte: “Se trataba de Martín de Ruzcabado, picapedrero montañés de elevada estatura que luchó bravamente contra los invasores y fue arcabuceado sin piedad”.


Los cuadros volvieron a España en 1939. 

lunes, 20 de abril de 2015

La recluta imperial

Vamos a mirar algo pocas veces sopesado: los métodos de reclutamiento en la edad media y en la edad moderna. Es decir, hasta el 1600 aproximadamente. Nos basaremos en un artículo de Antonio José Rodríguez Hernández publicado en Desperta Ferro.

Las guerras de la península itálica durante el siglo XVI enseñó a los Reyes Católicos que los modelos tradicionales de levantamiento de huestes utilizados en la Reconquista no valían para una lucha lejana que reclamaba tropas de forma continua y de calidad.

Arrabales de San Quintín (Ángel Pinto)

Desde un primer momento, la movilización de tropas hasta la caída de Granada se basó en el alistamiento de milicias y contingentes por parte de concejos, nobles y prelados, en la que se mantuvo una limitada pero esencial presencia de los que podríamos designar como profesionales, ya fueran los jinetes y contingentes de la Casa Real, ya las pocas compañías de especialistas y mercenarios encargados fundamentalmente de las armas de fuego. Los métodos de guerra de la Reconquista podían mantener importantes contingentes de tropas por poco tiempo, solo durante la campaña estival.

Ante estos problemas se desarrolló en la Monarquía Hispánica el sistema del que derivarían los tercios. Estas unidades estuvieron formadas exclusivamente por españoles hasta 1584, cuando los italianos empezaron a ser encuadrados también en tercios, lo que se extenderá a borgoñones en 1598 y a valones, irlandeses e ingleses a comienzos del siglo XVII.

El resto de las naciones que formaban el ejército de la Monarquía Hispánica servían a través del sistema regimental, un servicio mercenario sobre el cual el propio monarca no podía ejercer control, ya que no elegía a los oficiales designados por los propietarios de las unidades, los encargados de reunir los contingentes- e incluso los regimientos impartían su propia justicia al margen del resto del ejército en el que estaban encuadrados.

Batalla de Gemmingen (Ángel Pinto)

Los soldados españoles de los tercios eran voluntarios que pretendían ganarse la vida, adquirir honor y reputación o ascender socialmente, posibilidades que durante mucho tiempo el ejército ofreció. Sujetos animados ante el hecho de que el ejército español contaba con una estructura profesional clara, en la que los ascensos y remuneraciones eran acordes al valor y la experiencia. Cuando se alistaban firmaban un compromiso que los ataba al ejército hasta que murieran o fueran licenciados por el rey. Este contrato tenía un carácter privado entre ambas partes, por lo que los municipios de origen o los lugares donde se alistaban no tenían obligaciones particulares en el reclutamiento más allá de colaborar con los oficiales enviados por la Corona para proceder al enganche voluntario.

¡Verdad que siena muy contemporáneo? ¡Claro! Es el estado quién encuadra a sus defensores. Pero en la edad media los deberes militares se habían exigido a nobles y concejos, responsables del reclutamiento y del aporte de tropas, más bien mesnadas, a la corona.

La nueva guerra renacentista necesitaba oficiales y soldados con disciplina y preparación, que estuvieran siempre movilizados. Estas tropas formarán el primer ejército permanente de Europa tras la caída del Imperio romano, algo que ha costado mucho tiempo reconocer a la historiografía militar europea. La Monarquía Hispánica guerreó de forma continuada por lo que desde las primeras décadas de! XVI contó con unidades permanentes, especialmente en Italia, adelantándose en más de 100 años al resto de países europeos.


Por ello España desarrollará un sistema militar diferente, desechando las huestes feudales para concentrarse en captar soldados profesionales que solo debían rendir cuentas ante el rey y el Consejo de Guerra. Eran soldados de élite que serán desplazados para actuar en todos los conflictos debido a su profesionalidad y veteranía.

Las necesidades del imperio crearon también una forma peculiar de recluta centralizado y controlado directamente, el más avanzado, que requería una administración desarrollada y moderna, la necesidad de manejar importantes cantidades de dinero en metálico para hacer frente a los costes por adelantado y, fundamentalmente, una organización militar profesional que mantuviera y se ocupara de los soldados todo el año. La técnica necesitaba una enorme coordinación administrativa, de ahí que no fuera fácil y que
primero se extendiera solo por Castilla y más tardíamente por Navarra y Aragón.

El proceso con voluntarios se mantuvo casi invariable desde mediados del reinado de Carlos V. La administración militar era la encargada de gestionar, regular y pagar todo el proceso, representada en las primeras fases por el Consejo de Guerra, que era el encargado de determinar el número de soldados que se pretendía reunir por cada capitán y el área concreta donde se iba a desarrollar el alistamiento.


El reclutamiento en España era un monopolio real, y sin el expreso consentimiento del rey no se podía batir un tambor o arbolar una bandera para reunir soldados. El alistamiento de tropas en Centroeuropa o en otros países no estaba tan sumamente controlado como en España, lo que hacía que muchos empresarios tuvieran como negocio el reclutamiento de contingentes de soldados, los cuales alquilaban mediante un contrato a los diferentes estados según los conflictos o necesidades. Muchos de estos empresarios -entre los que había un gran número de pequeños nobles- no siempre tenían el permiso de sus monarcas y hasta la Paz de Westfalia (1648) muchos príncipes alemanes no controlaron estrictamente este negocio en sus posesiones; debido a ello fue muy común el establecimiento de ejércitos privados mercenarios que no tenían ningún control estatal. Por eso destaca especialmente que el monarca español acaparara ya la capacidad para reclutar españoles, los más valorados de entre todos sus soldados, imponiendo un férreo control administrativo.


sábado, 14 de marzo de 2015

Carlos Javier I: el colmo Carlista o como un ciudadano de "las provincias rebeldes" (Holanda) aspira a ser Rey de, como dicen ellos, "Las Españas".

Cerramos la serie de "reyes" carlistas con el último: Carlos Javier de Borbón-Parma y Orange-Nassau (Nimega 1970). Él es el actual duque de Parma (Carlos V de Parma, solo un título honorífico). Es también reconocido por una parte importante de los carlistas como pretendiente carlista al trono de España con el nombre de Carlos Javier I.

Ha vivido la mayor parte de su juventud en Reino Unido y Francia. A los once años sus padres se divorciaron teniendo que vivir -el pobrecito- en el Palacio de Soestdijk con sus abuelos maternos, la reina Juliana de los Países Bajos y su esposo.



Estudió ciencias políticas en USA y actúa como asesor financiero de varias compañías. A su vez, para mayor rechifla, es príncipe de Holanda según lo dispuesto por la reina Beatriz, su tía. Toda una limitación para reinar en un país sobre el que los antecesores de su madre vertieron una terrible leyenda negra.

Como muestra de su carácter, y de sus ambiciones, se divulga que el 20 de enero de 1997 nació su hijo primogénito, Carlos Hugo, fruto de su relación con Brigitte Klynstra. Un bastardo, vamos. Aunque no niega su paternidad no le reconoce legalmente ya que cree que al hacerlo se rebajarían sus pretensiones a los tronos de España y de Parma (¡Como si eso fuese el problema).

En junio de 2010 se casa con la periodista holandesa Annemarie Cecilia Gualthérie van Weezel por lo civil y el 20 de noviembre (fecha de la muerte de Franco) por la iglesia. Poco antes de morir, el padre de Carlos Javier le concedió, haciendo uso de una supuesta autoridad sobre la Casa Real española, a su entonces futura nuera el título carlista de Condesa de Molina, título no reconocido en España.



En abril de 2011 asume de manera formal las aspiraciones de su padre, Carlos Hugo, a la Corona de España en el llamado "Mensaje al Pueblo Carlista"; en el que hace un llamamiento a los españoles a luchar contra la crisis política, económica y moral.

Con la abdicación de don Juan Carlos I se animó a hacer ruido con los legitimistas (léase carlistas) que sobreviven en España arengando a favor de su candidatura desde su domicilio en La Haya. Que si la monarquía constitucional es una de las causas de la crisis en España, que si el carlismo es europeísta y la solución, que si patatín, que si patatán...

Por ahora tiene dos hijas legítimas (valga la expresión): Luisa Irene Constanza Ana María de Borbón-Parma y Cecilia María Juana Beatriz de Borbón-Parma. Supongo que ellas se llamarán con sus equivalentes en holandés.

Carlos Javier es Caballero Honor y Devoción de la Soberana Orden de Malta y de la Sagrada Orden Militar Constantiniana de San Jorge. Está involucrado en la fundación sin ánimo de lucro Instituto holandés para la innovación y sostenibilidad.

Tanto él como sus hermanos dominan los idiomas Ingles, Holandés y -oficialmente- Castellano.


Anexo: (Lean entre líneas y rían)

24 y 25 de octubre de 2014

VISITA DE DON CARLOS JAVIER DE BORBÓN PARMA A SANTIAGO DE COMPOSTELA

A partir del mediodía del jueves 23, y por diversos medios de transporte, comenzaron a llegar a Santiago carlistas de diversas tierras de las Españas: Andalucía, Castilla, León, Euskalherria, Valencia, Catalunya, Navarra, Rioja, Madrid… Don Carlos Javier llegó al aeropuerto de Lavacolla a primera hora de la noche.



El viernes por la mañana se iniciaron los actos programados realizando un encuentro con la prensa en el Hotel Hesperia Peregrino. Posteriormente se celebró un debate en el que, junto a Don Carlos Javier, participaron: Xosé Luis Barreiro, exvicepresidente de la Xunta, Antón Baamonde, periodista y profesor de filosofía, Luís Alvarez Pousa, catedrático de periodismo y Xaime Subiela, politólogo y exdecano del Colegio de Sociólogos de Galicia. El encuentro se centró inicialmente en la situación general de Galicia y el planteamiento territorial de las Españas. Posteriormente se pasó a debatir diversos aspectos de la política española: la participación ciudadana, los movimientos alternativos al sistema de partidos, los valores éticos y morales en la sociedad civil, la validez de la actual Constitución, la integración europea,… El debate, que se prologó durante casi tres horas, concluyó con un agradecimiento personal de don Carlos Javier a los ponentes y una pregunta abierta: ¿Cómo es posible que contando la actual sociedad con los mejores medios humanos y económicos de la historia no hayamos sido capaces de solucionar el problema de la justicia social?

A primera hora de la tarde se realizó una visita al casco histórico de la ciudad. El recorrido concluyó en la iglesia de Santo Domingo de Bonaval, Panteón de Gallegos Ilustres. Don Carlos Javier, junto al resto de carlistas y amigos que le acompañaban, rindió un homenaje a Alfredo Brañas (1859-1900). Brañas es el primer referente histórico del galleguismo. Propició, desde sus presupuestos y militancia carlista, un acuerdo de unidad entre las diferentes tendencias que propugnaban, a finales del siglo XIX, la recuperación de las libertades y la cultura gallegas. Las actividades desarrolladas por Alfredo Brañas constituyeron el punto de partida de la movilización del galleguismo. Sus restos reposan junto a los de Rosalía de Castro y Castelao.

A media tarde, y hasta la hora de la cena, don Carlos Javier mantuvo una larga reunión de trabajo junto con los Vicecancilleres de la Real Orden de la Legitimidad Proscrita. Como quedaron pendientes algunos puntos a tratar a la mañana siguiente se reanudó el encuentro con los Vicecancilleres.

Don Carlos Javier de Borbón Parma presidió, en la catedral compostelana, la Misa del Peregrino, que fue una de las más peculiares de los últimos tiempos, según un diario local. Acompañado por representantes del Carlismo gallego y los Vicecancilleres, don Carlos Javier se situó en el lado del Evangelio. Asistieron también a la Eucaristía el Ministro de Cultura de Hungría, el Alcalde de Santiago, embajadores, otras autoridades… y diversos grupos de peregrinos de España, Europa y América.



Manuel Rego Nieto, histórico dirigente del Carlismo en Galicia, leyó la Invocación al Santo. Lo hizo en gallego –el único momento en toda la ceremonia en que se utilizó la lengua propia- y en castellano. Ante la tumba del Apóstol “los carlistas aceptamos el compromiso de trabajar por una sociedad más humana y más justa, donde los valores sociales nos unan en un gran proyecto de trabajo comunitario, donde la sociedad sea participativa. Trabajamos por una España federal, en donde se respeten las leyes, las tradiciones, la lengua, costumbres y cultura que define a cada uno de sus territorios”.

El celebrante, en respuesta a la Invocación leída por Manuel Rego, saludó en primer lugar a Don Carlos Javier, “desde Carlos María Isidro a Carlos Hugo”, actual titular de la Dinastía. Presentó al Carlismo como un movimiento de hondas raíces históricas y populares, pero con una “profunda vocación de futuro”. El espectacular y sobrecogedor vaivén del “Botafumeiro”, cruzando el transepto de la Catedral, puso fin a la celebración.

Concluida la Misa del Peregrino don Carlos Javier departió con el resto de autoridades presentes y con numerosos peregrinos que se acercaron a saludarle, entre ellos un grupo de caballeros templarios de Ponferrada ataviados con sus uniformes.

En el acto de imposición de Cruces seis nuevos caballeros pasaron a formar parte de la ROLP. Un joven carlista gallego leyó, en su lengua, el juramento de fidelidad al Abanderado. Se otorgaron cruces a tres gallegos, un riojano, un valenciano y un navarro. En el discurso de bienvenida, Manuel Rego saludó a Don Carlos Javier “con el deseo de que sigáis con el compromiso adquirido al fallecimiento de vuestro Augusto padre, recorriendo todos y cada uno de los Pueblos…/… os tenemos por el legítimo heredero de una Dinastía que prefirió vivir en el destierro, como muchos de vuestros leales, antes que claudicar ante las oligarquías económicas, políticas, militares y hasta eclesiásticas”. Rego concluyó su intervención con el final del Himno Gallego:“Mais soio os iñorantes e féridos e duros, imbéciles e escuros, non vos entenden, non”.

Por la tarde, se celebró el último de los actos programados, la asamblea general de la Asociación “16 de abril”, entidad que da cobertura legal a la Real Orden.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Sixto Enrique de Borbón Parma. A la derecha de su hermano (pero MUY a la derecha)

Les presentamos a Su Alteza Real Don Sixto Enrique de Borbón y Borbón-Busset, Duque de Aranjuez, Infante de España, Príncipe de Parma y de Plasencia, Regente de la Comunión Tradicionalista y abanderado de la tradición. (¡Ahí es nada!) Pero oficialmente no posee esos títulos y se cuida de no reclamar el trono de España. 



La anterior entrada sobre los reyes carlistas hablaba del hermano de este, que también alardeó de ser rey legítimo de las Españas. Sixto estuvo enfrentado a la línea ideológica de su hermano Carlos Hugo -el socialismo autogestionario- y, además, le ha sobrevivido. se le ha relacionado continuamente con grupos de extrema derecha. Algunos carlistas trataron de presentarlo en los años sesenta como pretendiente frente a su hermano, y él se lo ha creído.

Nuestro nuevo "rey" nació en Pau (Francia) el 22 de julio de 1940. Representa al carlismo más ultramontano y tradicionalista. Estudió en diversos colegios religiosos, completando su formación posteriormente con estudios de Derecho, lenguas clásicas y modernas y finanzas.

Como su odiado y antagónico hermano, Sixto, viajará por España durante el franquismo y gustará de los nombres falsos. Así, llamándose Enrique Aranjuez se alistará en 1965 en el tercio del Gran Capitán de la Legión española. Llegó a jurar bandera pero al descubrirse quién era se le expulsó del país.



Ante la deriva de Carlos Hugo los más conservadores del carlismo, próximos a Sixto, se separaron. La ruptura se hizo pública mediante una carta dirigida por Sixto a su hermano el 22 de septiembre de 1975 en la que le acusaba de traicionar los ideales carlistas. Esa tensión explotó en Montejurra en 1976 donde un heterogéneo grupo «sixtino», compuesto por miembros de la primitiva Comunión Trqadicionalista, la Hermandad de Excombatientes y otros grupos de ultraderecha, unidos a pistoleros ultraderechistas españoles, argentinos, italianos y franceses atacaron a los de Carlos Hugo resultando muertas dos personas. Estos incidentes no consiguieron alterar el apoyo mayoritario del Partido Carlista a Carlos Hugo, ratificado al año siguiente, pero sí crearon una crisis de gobierno en España y tensiones en la Corona (la de verdad).

En enero de 2001 sufrió un grave accidente de automóvil en Argentina. Ese mismo año publicó un manifiesto llamando al reagrupamiento de los carlistas, a consecuencia del cual sus seguidores comenzaron a desarrollar cierta actividad, reactivando la Comunión Tradicionalista -al margen de la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC). Desde 2001 Sixto Enrique apenas ha aparecido en la vida pública. En una carta del 2002 mostró su apoyo a Le Pen y en otra, se opuso al acto de Carlos Hugo de donar los fondos carlistas al Archivo Histórico Nacional de España. Se opuso a la fallida Constitución Europea y en 2006 dirigió una carta a Benedicto XVI (¿Lo habrá hecho también al Papa "peronista" Francisco?).



Reside en su país natal: Francia.


Y es soltero.

¿Más?










domingo, 22 de febrero de 2015

Carlos Hugo (I) de Borbón-Parma (1930-2010). Reconociendo la derrota.

Carlos Hugo de Borbón-Parma y Bourbon-Busset nació en París el 8 de abril de 1930 y murió en Barcelona, territorio español, el 18 de agosto de 2010, víctima del cáncer. Se tituló Carlos IV Duque de Parma, Guastalla y Plasencia y pretendiente carlista al trono español con el nombre de Carlos VIII. Además estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Oxford y Ciencias Políticas en la Sorbona y fue presentado como príncipe de Asturias por su padre en Montejurra, (España) el 5 de mayo de 1957.
 
Carlos Hugo en 1968

Fue hijo de Francisco Javier Borbón-Parma y de María Madalena Bourbon-Busset lo que le permitía alardear de que era descendiente directo de Felipe V de España...y de Cesar Borgia o Borja, un hijo del Papa Alejandro VI. Su niñez coincidió con el fin de la III República Francesa, la segunda guerra mundial, la ocupación de Francia...

Ya hemos indicado sus estudios los cuales le permitieron trabajar para el Deutsche Bank y en la mina asturiana del Sotón. Me explico, su padre lo envió en 1956 a España para reconstruir la organización del carlismo. Viajó, con la intermitente tolerancia del franquismo, viajó, digo, por toda España conociendo la realidad de los obreros. Es en esta situación cuando dedica el año 1962 a ser Javier Ipiña en la mina. Su nuevo partido carlista se alejará del conservadurismo para caer en la izquierda socialista autogestionaria y federalista. Franco le expulsó definitivamente en 1968.



En 1964 se casa con la princesa Irene de Holanda en la capilla Borghese de la Basilica de Santa María la Mayor de Roma, evidentemente por el rito católico. Tuvieron cuatro hijos: Carlos Javier, Margarita, Jaime Bernardo y María Carolina Cristina. Se divorciaron en 1981.

Durante los años del franquismo el movimiento carlista se dividió, nuevamente, y Carlos Hugo asumió la dirección de un nuevo Partido Carlista que se incorporó a la Junta Democrática de España (15 de septiembre de 1974) junto al Partido Comunista y otras agrupaciones de izquierda, y a la Plataforma de Convergencia Democrática (20 de abril de 1975). Su padre abdica a su favor en 1975 convirtiéndose en el pretendiente carlista a la Corona de España y en el presidente del Partido Carlista. En marzo de 1976 se le impide la entrada en España pero, bloqueado en Barajas, se cuela para presidir la romería de Montejurra donde mueren dos militantes carlistas a manos de terroristas ultraderechistas españoles, italianos y argentinos. Pudo regresar legalmente a España en 1977. En 1978 el rey Juan Carlos I lo recibió, por primera vez, en audiencia. Una muestra tácita de la asunción de la monarquía personificada en la rama "isabelina". En 1979 se le otorgó la nacionalidad española.



En las elecciones generales del 79 encabezó la candidatura del Partido Carlista en Navarra obteniendo el 7,7% de los votos (unos 19.522 votos) pero sin conseguir escaño. Tras el fracaso electoral, en noviembre de 1979 renunció a la presidencia del partido, y en abril de 1980 dejó la organización. En 1981 marchó a EEUU donde ejerció como profesor en Harvard. En 1999 se trasladó a vivir a Bruselas. Solía participar en actos como jefe de la Casa de Borbón-Parma y como pretendiente carlista. De hecho, la única organización política que reconoció Carlos Hugo de Borbón-Parma como carlista y legítima continuadora del carlismo histórico fue el Partido Carlista.

En 2002 profundizó en esa derrota al comunicar al ministerio de cultura su decisión de entregar el archivo carlista en depósito durante 99 años. Documentos escritos y sonoros, fotografías y objetos de curiosidad histórica conforman un archivo de 40.000 documentos. Entre ellos, diarios de reyes carlistas, cartas a papas, proclamas, alocuciones y actas notariales. material desde la tercera guerra carlista hasta el restablecimiento de la democracia. El grueso del legado lo conforman los fondos ligados al régimen franquista.



En marzo de 2010 acudió a la inauguración del Museo de Historia del Carlismo de Estella, mostrando su descontento por el carácter parcial de ese museo, haciendo constar que: "En el Museo echo en falta la visión del aspecto ideológico del Carlismo, en cuanto a movimiento de sucesión y a movimiento político". Y, es que, reiteró en muchas ocasiones que no había renunciado ni por él ni por sus sucesores a ningún derecho de los que legítimamente le correspondían.



Murió a los 80 años y está enterrado en la cripta de la Basílica de Santa María de Steccata de Parma que es la sede de la Orden Constantiniana de San Jorge. Pero antes, y a diferencia de sus antecesores en el "cargo", pudo escribir algunas obras: "Qué es el carlismo" (1976), "La vía carlista al socialismo autogestionario" (1977) y, cual bolivariano, "Algunas reflexiones sobre el socialismo del siglo XXI" (2004).

Capilla ardiente de Carlos Hugo cubierto con la bandera Nacional