lunes, 10 de noviembre de 2014

Carlos VII (el de la avenida en la liberal Portugalete)

Carlos (VII) María de los Dolores de Borbón y Austria-Este (1848-1 909)

El Duque de Madrid y conde de la Alcarria, uno de los monarcas más populares de los carlistas sino el más popular, nació fuera de España exactamente en Liubliana (hoy capital de Eslovenia y entonces ciudad del Imperio Austro-Húngaro) el 30 de Marzo de 1848.



Su nombre completo fue Carlos María de los Dolores Juan Isidro José Francisco Quirino Antonio Miguel Gabriel Rafael de Borbón y Austria-Este y les recuerdo que su padre fue Juan, conde de Montizón, y María Beatriz de Austria-Este. Como "exiliado" tuvo que educarse en lugares como Módena, Praga, Venecia y Viena.

Carlos y Margarita

Cumplidos los 17 años casó con la princesa Margarita de Borbón-Parma que le dio cinco hijos legítimos:

  • Blanca de Borbón y Borbón-Parma (18681949), casada en 1889 con el Archiduque Leopoldo Salvador de Austria, Príncipe de Toscana.
  • Jaime de Borbón y Borbón-Parma (18701931), líder carlista bajo el nombre de Jaime III. Solterón.
  • Elvira de Borbón y Borbón-Parma (18711929), soltera, con descendencia.
  • Beatriz de Borbón y Borbón-Parma (18741961), contrajo matrimonio en 1897 con el aristócrata Fabrizio Massimo, Príncipe de Roviano y Duque de Anticoli Corrado, nieto de María Carolina de Borbón-Dos Sicilias (1798–1870), nuera de Carlos X de Francia y madre del pretendiente francés Enrique de Francia, Conde de Chambord; acabaron separándose. Con descendencia.
  • Alicia de Borbón y Borbón-Parma (18761975); contrajo matrimonio en 1897 con el Príncipe Federico de Schönburg-Waldenburg, del que se divorció en 1903; en 1906 se casó nuevamente con Lino del Prete. Tuvo descendencia de ambos matrimonios.

Don Jaime y Don Carlos

Viudo (1893), se casó con la princesa María Berta de Rohan el 28 de abril de 1894. Se celebró en Praga de manera casi clandestina por orden del empreador Francisco José que atendía presiones diplomáticas Españolas. De todas formas, como buen Borbón decimonónico, tuvo sus amantes. La más conocida fue la cantante de ópera húngara Paula de Samoggy, a la que conoció después de haber participado en la guerra ruso-turca.

En 1968 inicia su carrerón político gracias a la junta celebrada en Londres para estudiar la crisis del sistema de Isabel II. Ese año, como ya hemos dicho, se convierte en el rey carlista de forma oficial. Con la publicación de su primer manifiesto, en 1869, comenzó una nueva oportunidad para las armas legitimistas. Tras una frustrada intentona de alzamiento, intentó confiar el movimiento al general Ramón Cabrera. Dimitió en marzo de 1870.



Asombrosamente, en 1969 Carlos protagonizó una gran campaña de marketing en la que se repartieron más de 50.000 folletos con las fotografías suya y su esposa Doña Margarita de Parma. Muchos de esos folletos decoraron miles de hogares navarros durante décadas, e incluso hoy en día pueden encontrarse.

Carlos VII generó grandes expectativas entre carlistas y católicos que lo vieron como una alternativa frente a la decadente y desprestigiada corte de Isabel II. Por ejemplo, la adhesión a su causa del célebre novelista Navarro Villoslada, autor de "Amaya y los vascos en el siglo VIII" (sobrevalorada, ultramontana y mal utilizada novela). Villoslada llegó a ser su secretario.

Carlos VII en Estella (ferrer-Dalmau)

Ante la negativa de Cabrera, Carlos VII asumió la dirección en la Asamblea de Vevey y creando una junta central del partido que actuaba legalmente en España: la Comunión Católico-Monárquica y juntas locales en los ayuntamientos donde el carlismo tenía implantación. Esta estaría presidida por el marqués de Villadarias y tenía como secretario a Joaquín María de Múzquiz.

Organizaron una red de casinos (clubs sociales, no lugares de juegos de azar) que podemos equiparar a los Batzokis o casa del pueblo de hoy en día y multiples centros carlistas. Todo un éxito ya que en las elecciones de 1871 obtuvieron 50 diputados. ¡No está mal para una ideología agonizante poco antes!

Pero la cabra siempre tira al monte y el 21 de abril de 1872 estalló una insurrección en Navarra y el País Vasco que dio lugar a la última Guerra Carlista aunque de una forma renqueante. Imaginense, el 2 de mayo entra Carlos VII en España y para el 4 de Mayo huyó a Francia al asaltar su campamento de Oroquieta el general Domingo Morriones. Fin de la primera parte.



Con 1873 empezado y la proclamación de la I República Española el suflé sube y estalla definitivamente la revuelta. Ese julio entra Carlos en España creando el Estado Español Carlista con corte en Estella (Navarra). Claro que su estado era un estado sin partidos pero con moneda, gobierno, un servicio de ferrocarril propio y sistema sanitario y servicio de auxilio para los heridos (La Caridad).

Entre sus disposiciones más sobresalientes destacó la obligatoriedad de la enseñanza en castellano y vascuence (¡En ambos!). Juró los Fueros de Vizcaya, y hasta consagró su gobierno al Corazón de Jesús, claro que cuando la guerra ya le era contraria.

No tuvo un cuerpo diplomático propio. No hacía falta dado que ninguna potencia le quiso reconocer. Su capital estuvo en Estella, no por gran amor a las ciudades pequeñas, como Cuenca que conquistó, sino porque Bilbao se le resistía.



La proclamación del joven monarca Alfonso XII y el reconocimiento por el Vaticano del nuevo régimen canovista afectaron a la causa carlista, que fue derrotada por las armas en 1876. Carlos VII abandonó el país el 28 de febrero de 1876 y comenzó una serie de viajes por el mundo -Francia, Reino Unido, EEUU y México- asentándose finalmente en París de donde fue expulsado en 1881 y residiendo en Venecia.

En 1879 había nombrado a Cándido Nocedal como representante en España, pero la política de aquél llevó a escisiones y malestar entre los carlistas españoles. Por ello, aprovechando la muerte de Cándido en 1885, decidió reasumir la dirección del movimiento y apoyar los intentos de reorganización del marqués de Cerralbo. En 1893 asistió al Congreso antimasónico de Trento, donde recibió honores de Jefe de Estado. Carlos modernizó el carlismo a través de las actas de Loredán (1896).


Por otro lado, en 1898, no autorizó una conspiración carlista tras la pérdida de Cuba y Filipinas. Los conjurados pretendían dar un golpe de mano, secuestrando a la familia real en el Palacio Real y hacerse así con el poder. Supuso la caida de Cerralbo.

Murió, a los 62 años, el 18 de Julio de 1909 en el vestíbulo del Gran Hotel Excelsior de Varese. No superó un "síncope cardíaco a consecuencia de las malas noticias, publicadas por los periódicos italianos y extranjeros sobre su salud" y fue reemplazado por su hijo Jaime. Sus restos mortales reposan en la catedral de Triestre. En su tumba puede leerse la inscripción “Carolus VII Hispaniarum Rex Avitate Fidei et Patriae Devotus heic quiescit invicta christiani regisque fortitudine augusto munere perfunctus (aquí esperan la resurrección de la carne ,los restos del hombre que polarizó el entusiasmo y la fe de miles de españoles con la esperanza de librar de sus males a la patria España).



No solo fue aspirante al trono de españa sino que "solicitó" los de Francia (Carlos XI) y Navarra.

Como elemento curioso citaremos que su funeral fue grabado y emitido en salas de cine. Y otra curiosidad, tiene una avenida en Portugalete que solo estuvo tres meses en manos carlistas. Parece ser que los tradicionalista aprovecharon una nueva avenida para el desquite.

Margarita de Borbón-Parma (1847-1893)

Hija de Fernando Carlos III, duque de Parma, y de la princesa Luisa de Francia. Contrajo matrimonio con Carlos VII en 1867, organizando labores de asistencia médica y beneficencia en el campo carlista durante la guerra de 1872-1876, por lo que fue reconocida como "el ángel bueno". Sufrió con coraje continuas infidelidades matrimoniales de su esposo, lo que aumentó su popularidad entre las masas carlistas.



Berta de Rohan-Guémenée (1860-1945)



Contrajo matrimonio con Carlos VII en 1894, residiendo en el palacio Loredán de Venecia. Numerosos carlistas criticaron su influencia sobre el pretendiente, acusándola de provocar el alejamiento físico del pncipe don Jaime y su soltería, al negarse a favorecer su matrimonio con una princesa de sangre real.



No hay comentarios:

Publicar un comentario