lunes, 3 de febrero de 2014

Los pueblos prerromanos

Es curioso como si navegamos un poco por la red, empezaremos a ver muchos mapas que nos dirán que aquí o allí se encontraban unos pueblos frente a otros. Si los analizamos en profundidad y no nos creemos solamente la imagen veremos que en muchas ocasiones esos mapas están basados en estudios más o menos sesgados y que en muchas ocasiones son usados para apoyar un determinado sentimiento identitario.

Pero también es cierto que aunque Las Merindades agrupan valles que son zonas con lógica eugenesia, no son zonas completamente estancas y los pueblos que vivieron hace más de dos mil años han sido afectados por los hechos que durante ese tiempo ha ocurrido.

Dicho de otra manera, los nativos de antes de la llegada romana, se han visto sucesivamente afectados por

a) La llegada de los romanos, con un idioma propio (latín), una estructura militar y política diferente y también una religión distinta a la existente.
b) La llegada de pueblos que venían desde Europa, suevos y visigodos principalmente, con costumbres, religión diferente a la que en el momento de su llegada había en la Península.
c) La llegada de los sarracenos, con un pueblo no homogéneo, de nuevo con un idioma propio, amén de otra religión y otras características.
d) Movilización de población cristiana/judia desde zonas sureñas hacia el Norte, "huyendo" de las nuevas condiciones musulmanas y posteriormente la ocupación del norte hacia el sur en la repoblación.

Solo con esos cuatro ejemplos podemos ver como la existencia natural de pueblos no se pueden corresponder a los originales pobladores por el tremendo movimiento producido durante ocho o nueve siglos.

Pero... seguimos sin definir que hay en Las Merindades antes de la llegada del Imperio Romano. Lo cierto es que no existe un quorum, cada grupo de acuerdo a la interpretación de pruebas arqueológicas y algunas pruebas documentales argumenta hacia uno u otro lugar.

Básicamente se divide entre autrigones y cántabros. Podríamos pensar que dicho así, serían radicalmente diferentes, cuando lo más probable es que el matiz sería pequeño, a día de hoy, se considera que los primeros eran eminentemente agricultores y los segundos más ganaderos. En ese sentido autores prestigiosos indican como por ejemplo en el caso de Juan José García Gonzalez, que la zona de Las Merindades era territorio autrigón. Mª Carmen Arribas Magro por el contrario defiende que era una zona cántabra y Eduardo Peralta Labrador indicaba en su trabajo, los cántabros antes de Roma, que era una zona medio autrigona y medio cántabra.

¿Quien tenía razón? Lo cierto es que es imposible saberlo, ni siquiera teniendo algunas pruebas arqueológicas se puede asegurar con certeza, puede que a lo largo del tiempo algunas zonas autrigonas pasasen a control cántabro y a la inversa. El problema es que muchas veces un mapa actual no sirve para justificar una situación antigua y puede que un mapa válido para el año 29 A.C pudiera ser incorrecto para el siglo anterior. (es algo demasiado habitual en muchos foros y blogs). 

Muchas veces para llegar a comprender las cosas desde un prisma diferente, debemos intentar hacer un ejercicio de adivinación, ver las condiciones que se daban para la ganadería o para la agricultura pueden ser unas de ellas. Es evidente que las zonas montuosas/montañosas son poco propicias para el cultivo de la agricultura. Las zonas de Valdeporres, Sotoscueva, Espinosa, Bezana, Manzanedo son principalmente zonas con estrechos valles y poco terreno llano. En cambio Tobalina, Losa, Medina por poner otros ejemplos disponen de zonas mucho más llanas. El hecho de que las personas vivieran en la antigüedad no significa que fueran idiotas, más bien todo lo contrario, poco a poco pudieron ir dándose cuenta que algunas zonas eran más adecuadas que otras para la ganadería o la agricultura. ¿Quiere decir que los cántabros no plantaban? ¿O qué los autrigones no tenían ninguna cabeza de ganado? Evidentemente no, pero sí que parece que estaban cada uno especializados en una determinada tarea. Curiosamente Tobalina es uno de los lugares más adecuados para la plantación del cereal. Habría que añadir que la producción agrícola dista mucho de la actual, el rendimiento grano plantado, grano recogido era muy inferior al actual. (peores semillas, peores medios materiales y obviamente sin poder evitar las plagas). En la antigüedad ha sido frecuente que muchas movilizaciones humanas se produjeran por algo tan simple y tan grave como las hambrunas. Hoy lo vemos como algo propio de países africanos subsaharianos (y en menor medida en el gran drama social de la crisis actual).

El caso es que de esa época de la Historia, la que habla de antes de la llegada romana, poco podemos saber a ciencia cierta, Las Merindades es un lugar bastante virgen en prospecciones arqueológicas, se han realizado algunas catas, se localizan emplazamientos donde se sabe que hubo presencia humana, pero hay pocas excavaciones. En pocos años han desenterrado lugares como la fortaleza de Tedeja o Nuestra señora de los Reyes Godos, pero hay otros muchos lugares que sin el dinero para hacer excavaciones siguen protegidas por una gruesa capa de tierra que impide que sean expoliadas. Han ido apareciendo auténticos tesoros que no tienen el brillo de las culturas precolombinas, babilónicas o egipcias pero que nos darían una explicación mucho más coherente de porque somos como somos y porque estamos donde estamos.

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