jueves, 16 de enero de 2014

LOS VERDADEROS NIÑOS DE LA GUERRA

Normalmente tendemos a imaginar que en un conflicto bélico, los afectados son sobre todo los soldados que pierden la vida, salen heridos o son apresados por el ejército rival. Lo cierto es que afecta tanto a la población militar como a la civil. Los niños no son una excepción.

Ahora vemos en los conflictos africanos, ejércitos formados por niños soldados, que parece ser son menos temerosos más fácilmente manipulables. Pero no es de esos niños de la guerra de los que quiero hablar, no es el objetivo los que toman las armas, si no de los que siendo meros espectadores de una película bélica deben abandonar su hogar para proteger su vida.

En la Guerra Civil, entre todas las frecuentes y amargas consecuencias que se pueden enumerar, nos encontramos a estos niños. Chavales que con edades inferiores a los doce años que en algunos lugares para salvarlos, fueron alejados de la zona peligrosa. Bilbao, Madrid, Valencia, Barcelona... fueron ciudades que fueron perdiendo a esos niños, alejándolos de la lluvia de proyectiles y de unos horrores sangrientos.

Hace dos meses, mi abuela fallecía, y siempre contó su Historia sobre la Guerra Civil, como desde Barakaldo el lugar donde residía tomó un barco en el puerto de Bilbao para de allí ir hasta Francia, concretamente al Argentiere (al menos ese es el lugar que yo recuerdo haber escuchado), y posteriormente en su caso volvió junto a su hermana a la Península, concretamente a Blanes donde desgraciadamente vieron las postrimerias de los combates de la Guerra fratricida. Ella nunca hablaba de política, no defendía a unos ni a otros, le daba igual quienes atacaban y quienes defendían, le importaba bastante poco la política pero siempre mencionaba los horrores de la guerra.

El Habana llega a Southampton con los niños vascos, 25 de mayo de 1937

Es evidente que es un caso particular, pero si dijera, que la cifra de niños movilizados superaba los 30.000, podemos ver que la cifra es bastante grande. Los destinos fueron diversos, la mayoría se dirigieron a Francia, pero también a Inglaterra, Bélgica... y a Rusia. Lógicamente si eran desde puertos republicanos los destinos no podían ser ni Alemania, ni Italia.

Muchos de estos niños ya nunca volverían, y lo que es peor, a los que se quedaron en Europa les tocó volver a sufrir la inminente Guerra Mundial. No conozco si también en la zona nacional hubo algún tipo de movilizaciones, pero parece ser que la mayoría de estas movilizaciones se producía sobre las zonas republicanas.

No me gustaría terminar esta entrada sin añadir algo más... y es que, la población civil, mucho antes de que existiera la convención de Ginebra, etc... solía ser objetivo de los ejércitos victoriosos... las realmente antiguas guerras cántabras nos hablan de que llegado el momento no se distinguía por edades ni sexos...

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