Carlos (VII) María de los
Dolores de Borbón y Austria-Este (1848-1 909)
El Duque de Madrid y
conde de la Alcarria, uno de los monarcas más populares de los carlistas sino
el más popular, nació fuera de España exactamente en Liubliana (hoy capital de
Eslovenia y entonces ciudad del Imperio Austro-Húngaro) el 30 de Marzo de 1848.
Su nombre completo fue Carlos
María de los Dolores Juan Isidro José Francisco Quirino Antonio Miguel Gabriel
Rafael de Borbón y Austria-Este y les recuerdo que su padre fue Juan, conde de
Montizón, y María Beatriz de Austria-Este. Como "exiliado" tuvo que
educarse en lugares como Módena, Praga, Venecia y Viena.
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Carlos y Margarita |
Cumplidos los 17 años
casó con la princesa Margarita de Borbón-Parma que le dio cinco hijos legítimos:
- Blanca de Borbón y Borbón-Parma (1868–1949), casada en 1889 con el Archiduque Leopoldo Salvador de
Austria, Príncipe de Toscana.
- Jaime de Borbón y Borbón-Parma (1870–1931), líder carlista bajo el nombre de
Jaime III. Solterón.
- Elvira de Borbón y
Borbón-Parma (1871–1929), soltera, con descendencia.
- Beatriz de Borbón y
Borbón-Parma (1874–1961), contrajo matrimonio en 1897 con el aristócrata Fabrizio Massimo, Príncipe de Roviano y Duque de Anticoli Corrado,
nieto de María Carolina de
Borbón-Dos Sicilias (1798–1870), nuera de Carlos X de Francia y madre del pretendiente francés Enrique de Francia, Conde de Chambord;
acabaron separándose. Con descendencia.
- Alicia de Borbón y
Borbón-Parma (1876–1975); contrajo matrimonio en 1897 con el Príncipe Federico de
Schönburg-Waldenburg, del que se divorció en 1903;
en 1906 se casó nuevamente con Lino del Prete. Tuvo descendencia de ambos
matrimonios.
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Don Jaime y Don Carlos |
Viudo (1893), se casó con la princesa María Berta de
Rohan el 28 de abril de 1894. Se celebró en Praga de manera casi clandestina
por orden del empreador Francisco José que atendía presiones diplomáticas
Españolas. De todas formas, como buen Borbón decimonónico, tuvo sus amantes. La
más conocida fue la cantante de ópera húngara Paula de Samoggy, a la que
conoció después de haber participado en la guerra ruso-turca.
En 1968 inicia su carrerón político gracias a la
junta celebrada en Londres para estudiar la crisis del sistema de Isabel II.
Ese año, como ya hemos dicho, se convierte en el rey carlista de forma oficial.
Con la publicación de su primer manifiesto, en 1869, comenzó una nueva oportunidad
para las armas legitimistas. Tras una frustrada intentona de alzamiento,
intentó confiar el movimiento al general Ramón Cabrera. Dimitió en marzo de
1870.
Asombrosamente, en 1969 Carlos protagonizó una gran campaña
de marketing en la que se repartieron más de 50.000 folletos con las
fotografías suya y su esposa Doña Margarita de Parma. Muchos de esos folletos
decoraron miles de hogares navarros durante décadas, e incluso hoy en día
pueden encontrarse.
Carlos VII generó grandes expectativas entre
carlistas y católicos que lo vieron como una alternativa frente a la decadente
y desprestigiada corte de Isabel II. Por ejemplo, la adhesión a su causa del
célebre novelista Navarro Villoslada, autor de "Amaya y los vascos en el
siglo VIII" (sobrevalorada, ultramontana y mal utilizada novela). Villoslada
llegó a ser su secretario.
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Carlos VII en Estella (ferrer-Dalmau) |
Ante la negativa de Cabrera, Carlos VII asumió la
dirección en la Asamblea de Vevey y creando una junta central del partido que
actuaba legalmente en España: la Comunión Católico-Monárquica y juntas locales
en los ayuntamientos donde el carlismo tenía implantación. Esta estaría
presidida por el marqués de Villadarias y tenía como secretario a Joaquín María
de Múzquiz.
Organizaron una red de casinos (clubs sociales, no lugares
de juegos de azar) que podemos equiparar a los Batzokis o casa del pueblo de
hoy en día y multiples centros carlistas. Todo un éxito ya que en las
elecciones de 1871 obtuvieron 50 diputados. ¡No está mal para una ideología
agonizante poco antes!
Pero la cabra siempre tira
al monte y el 21 de abril de 1872 estalló una insurrección en Navarra y el País
Vasco que dio lugar a la última Guerra Carlista aunque de una forma renqueante.
Imaginense, el 2 de mayo entra Carlos VII en España y para el 4 de Mayo huyó a
Francia al asaltar su campamento de Oroquieta el general Domingo Morriones. Fin
de la primera parte.
Con 1873 empezado y la
proclamación de la I República Española el suflé sube y estalla definitivamente
la revuelta. Ese julio entra Carlos en España creando el Estado Español
Carlista con corte en Estella (Navarra). Claro que su estado era un estado sin
partidos pero con moneda, gobierno, un servicio de ferrocarril propio y sistema sanitario y servicio de auxilio para los heridos (La Caridad).
Entre sus disposiciones más
sobresalientes destacó la obligatoriedad de la enseñanza en castellano y
vascuence (¡En ambos!). Juró los Fueros de Vizcaya, y hasta consagró su
gobierno al Corazón de Jesús, claro que cuando la guerra ya le era contraria.
No tuvo un cuerpo diplomático
propio. No hacía falta dado que ninguna potencia le quiso reconocer. Su
capital estuvo en Estella, no por gran amor a las ciudades pequeñas, como
Cuenca que conquistó, sino porque Bilbao se le resistía.
La proclamación del joven
monarca Alfonso XII y el reconocimiento por el Vaticano del nuevo régimen canovista
afectaron a la causa carlista, que fue derrotada por las armas en 1876. Carlos VII abandonó el país el 28 de febrero de 1876
y comenzó una serie de viajes por el mundo -Francia, Reino Unido, EEUU y
México- asentándose finalmente en París de donde fue expulsado en 1881 y
residiendo en Venecia.
En 1879 había nombrado a Cándido
Nocedal como representante en España, pero la política de aquél llevó a
escisiones y malestar entre los carlistas españoles. Por ello, aprovechando la
muerte de Cándido en 1885, decidió reasumir la dirección del movimiento y
apoyar los intentos de reorganización del marqués de Cerralbo. En 1893 asistió
al Congreso antimasónico de Trento, donde recibió honores
de Jefe de Estado. Carlos modernizó el carlismo a través de las actas de
Loredán (1896).
Por otro lado, en 1898, no
autorizó una conspiración carlista tras la pérdida de Cuba y Filipinas. Los conjurados
pretendían dar un golpe de mano, secuestrando a la familia real en el Palacio
Real y hacerse así con el poder. Supuso la caida de Cerralbo.
Murió, a los 62 años, el
18 de Julio de 1909 en el vestíbulo del Gran Hotel Excelsior de Varese. No
superó un "síncope cardíaco a consecuencia de las malas noticias,
publicadas por los periódicos italianos y extranjeros sobre su salud" y
fue reemplazado por su hijo Jaime. Sus restos mortales reposan en la catedral
de Triestre. En su tumba puede leerse la inscripción “Carolus VII Hispaniarum
Rex Avitate Fidei et Patriae Devotus heic quiescit invicta christiani regisque
fortitudine augusto munere perfunctus (aquí esperan la resurrección de la carne
,los restos del hombre que polarizó el entusiasmo y la fe de miles de españoles
con la esperanza de librar de sus males a la patria España).
No solo fue aspirante al
trono de españa sino que "solicitó" los de Francia (Carlos XI) y
Navarra.
Como elemento curioso
citaremos que su funeral fue grabado y emitido en salas de cine. Y otra
curiosidad, tiene una avenida en Portugalete que solo estuvo tres meses en
manos carlistas. Parece ser que los tradicionalista aprovecharon una nueva
avenida para el desquite.
Margarita de Borbón-Parma
(1847-1893)
Hija de Fernando Carlos III,
duque de Parma, y de la princesa Luisa de Francia. Contrajo matrimonio con
Carlos VII en 1867, organizando
labores de asistencia médica y beneficencia en el campo carlista durante la guerra de 1872-1876, por lo que fue reconocida como "el ángel bueno". Sufrió con coraje continuas infidelidades matrimoniales de su esposo, lo que
aumentó su popularidad entre las masas
carlistas.
Berta de Rohan-Guémenée
(1860-1945)
Contrajo matrimonio con Carlos VII en 1894, residiendo en el palacio Loredán de Venecia. Numerosos carlistas criticaron su
influencia sobre el pretendiente, acusándola de provocar el alejamiento físico del príncipe don Jaime y su soltería, al negarse a favorecer su matrimonio con una princesa de sangre real.