Lo reconozco: soy de los Clicks. No creo que me acostumbre a que mis
compañeros de la infancia se terminen llamando con el serio nombre de
Playmobil, pero...
Fisgando la página de la Asociación Española de Coleccionistas de
Playmobil me encuentro con esta exposición en El Palacio Real de Valladolid
titulada "Playmobil, lealtad y valor: lahistoria del ejército a través de los clicks". En ella repasan la historia del
ejército a lo largo de los siglos. Son ocho dioramas que representan
combates como la Batalla de Rioseco, las Navas de Tolosa, las guerras
Anglo-Zulus, películas bélicas como Salvad al Soldado Ryan
y unidades como los Tercios Españoles.
Volviendo a los soldados españoles más representativos del periodo
podemos decir que con
Carlos V casi se generalizó el uso de trajes de corte a la alemana con jubones
y gregüescos amarillos acuchillados en rojo. Digo casi porque a menudo los
soldados vestían de forma arbitraria, ya fuera por dificultades en los
abastecimientos o porque los atrasos en las pagas se paliaran, al menos en
parte, mediante la entrega de prendas civiles tomadas de las ciudades ocupadas.
Los soldados
recibían armas proporcionadas por el rey (Munición Real, la famosa "pólvora
del rey") sin verse obligados a desembolsar dinero en el momento ya que el
precio de las mismas se les descontaba de futuras pagas. No obstante, aquellos
que lo desearan podían adquirir y utilizar armas más de su agrado que las que
les suministraba el ejército.
¿Y el casco?
Tenemos para escoger: morriones, celadas, borgoñotas, capacetes, almetes y
capelinas. Y también variedad de armaduras: media armadura o golas, cotas de
malla y chalecos de cuero reforzados a veces con piezas metálicas.
Pero volvamos a los cascos. El más conocido es el morrión que apareció en Castilla a principios del siglo XVI.
Su forma era cónica y contaba de ordinario con una
cresta casi cortante. Tenía ala ancha, levantada y abarquillada que terminaba
en punta por delante y por detrás. Su forma de media almendra hacía resbalar
los golpes. En su interior había un capacete de tres o cuatro correas cruzadas,
que apoyaban en la cabecera, daban ventilación al casco y amortiguaban los
golpes verticales. Lo llevó la infantería pero también los caballeros y notables
al ser más ligero y práctico que un yelmo.
Además, el morrión es la imagen del soldado español del Siglo de Oro y de los conquistadores de América. Pero no solo eso sino que fue usado en la mayor parte de
los países europeos en los siglos XVI y XVII.
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